domingo, 16 de agosto de 2009

Scusa ma ti chiamo amore


"El amor se halla en esas pocas líneas, el amor tal como lo quería ella y como ya no lo tiene. Porque el amor no es y no puede ser simple afecto. No se trata de costumbre o amabilidad. El amor es locura, es el corazón que late a dos mil por hora, la luz que surge de noche en pleno atardecer, las ganas de despertarse por la mañana sólo para mirarse a los ojos".

"Niki sigue caminando. Pero se siente morir. No logra refrenar las lágrimas que empiezan a escapársele veloces. Le gustaría no sollozar, pero no puede evitarlo. No lo consigue. Y la calle parece silenciosa. Todo parece silencioso. Demasiado silencioso. Una parte de su corazón se ha apagado. Un vacío enorme se abre de repente en su interior. Y ecos lejanos de su voz, sus carcajadas, sus palabras alegres y momentos y pasiones y deseo y sueño. Plaf. Todo se ha desvanecido en un instante. Nada más. Pumba. Un pato al amanecer y un disparo de fusil. Un cristal esmerilado y una pedrada repentina. Un niño en bicicleta que cae con las manos por delante y se las lastima. Dolor. Eso es.
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Mal de amores. Y no se cura fácilmente. No existen medicinas. Ni remedios. No se sabe cuándo pasará. Ni siquiera se sabe cuánto duele. Sólo el tiempo lo cura. Mucho tiempo. Porque cuanto mayor ha sido la grandeza de un amor, tanto más largo resulta el sufrimiento cuando éste se acaba. Es como en las matemáticas: se trata de magnitudes directamente proporcionales. Matemática sentimental. Y, por desgracia, en esa materia, Niki podría sacar ahora un diez".


-¿Qué tal era el sexo entre vosotros?
Niki sonríe desconsolada.
-Lo siento... Perfecto, sublime, maravilloso, surreal... No lo sé, no logro encontrar palabras mejores que puedan dar una idea. Era un sueño.

"Puedes escapar al ruido del río y de las hojas al viento, pero el verdadero ruido está dentro de ti".

"El ser humano se adapta a todo. Supera el dolor, cierra historias, empieza de nuevo, olvida, hasta consigue sofocar las más grandes pasiones. Pero a veces basta con nada para comprender que esa puerta nunca se cerró con llave".

"Y después de los segundos llegan los postres. Y luego la fruta y el café, y una grappa y un licor. Todo parece recuperar el mismo paso de siempre. Tum. El mismo ritmo. Tum. Tum. Las mismas charlas. Tum. Tum. Tum. Y, de repente, todo aminora el paso. Y parece tremendamente inútil. Alessandro los mira, mira a su alrededor. Los ve a todos que hablan, gente que se ríe, camareros que se mueven. Tanto ruido pero ningún ruido verdadero. Silencio. Es como si flotase, como si le faltase algo. Todo. Y Alessandro se da cuenta. Ya no está. No está aquel motor, el verdadero, el que hace que todo avance hacia delante, el que te hace ver las gilipolleces de la gente, la estupidez, la maldad, y tantas otras cosas y muchas más pero en su justa medida. Ese motor que te da fuerza, rabia, determinación. Ese motor que te da un motivo para volver a casa, para buscar otro gran éxito, para trabajar, cansarte, esforzarte, para alcanzar la meta final. Ese motor que, después, decide hacerte descansar justo entre sus brazos. Fácil. Mágico. Perfecto. Ese motor amor".

"Los días pasan lentos, uno tras otro, sin que sean diferentes. Esos días extraños de los que uno no se acuerda ni de la fecha. Cuando por un instante te das cuenta de que no estás viviendo. Te está ocurriendo lo peor que te podía pasar. Estás sobreviviendo. Y a lo mejor todavía no es demasiado tarde".

"Pero qué quiero yo... y se acuerda del primer encuentro.
Porque hay cosas que no se borran nunca. Y regresan otra vez. Como la marea.
Niki y su sonrisa. Niki y su alegría. Su felicidad. Sus ganas de vivir. Niki mujer, niña. Niki. Sólo Niki. La chica de los jazmines. Niki motor amor".

"Querido Alessandro, sé que a veces uno no debería meterse en la vida de los demás, debería limitarse a ser un simple espectador, sobre todo si no hay confianza, pero me gustaría ser tu amigo en serio, tu "amigo verdadero" y estoy convencido de que eres una buena persona y que tu bondad podría condicionarte a la hora de tomar decisiones apropiadas. En ocasiones pensamos en nuestra vida como si fuese la respuesta que tranquiliza a los demás. Tomamos decisiones para complacerles, para calmar nuestros sentimientos de culpa, para buscar la aprobación de alguien. Sin darnos cuenta de que la única manera de hacer felices a los demás es elegir lo mejor para nosotros".

"Y esa habitación parece un mar que se balancea en verano, parece un cielo que observa a dos nubes blancas que se persiguen. Y parece el viento cuando habla a los árboles y los mueve, y les habla de lugares lejanos, apenas visitados... El paraíso es una simple habitación. El paraíso es una colcha azul fina de una cama que la acoge como un pétalo que cae en las olas. Y ella se siente llevar, suave y un poco asustada, pero feliz de estar allí, de haber aceptado ese viaje que están a punto de emprender juntos. Sin partir. Sin maletas. Sin mapas ni planos. Porque en el amor los caminos y el paisaje se descubren cada vez. Porque nadie te los enseña. Y su respiración te guía. Te dice dónde girar. Dónde aminorar. Dónde detenerse... Y partir de nuevo sin miedo. A ese nuevo paraíso, destino: felicidad. Esa habitación.
Porque cuando haces el amor con la persona a la que amas es siempre la primera vez, es siempre una partida.
Se siente protegida, se siente acogida y amada. Y entonces esa cama se convierte en una barca en medio de las olas. Olas tranquilas, ligeras, olas que acunan. Olas que no dan miedo. Olas que los llevan hacia una nueva isla desierta, sólo para ellos dos".

"Los sueños existen para intentar realizarlos. Y cada día nos decimos: "Sí, lo haré mañana". ¿Y ahora? ¿De qué vivimos ahora?".

"Yo estoy esperando volver a empezar a vivir, a emocionarme de nuevo, a reír, a bromear, a correr, a saborear cada instante de mi tiempo, a respirarlo todo, hasta el fondo, el tiempo que quiero vivir sin prisa. Sí. Estoy esperando a ese motor amor, te estoy esperando, Niki".


1 comentario:

  1. Sin duda el mejor libro que he leido, sencillamente MÁGICO.
    Cargado de mensajes, de las lecciones más simples de la vida pero que casi nadie ve, y sobretodo cargado de un AMOR que muchos leeran y sólo algunos le harán un guiño cómplice.

    Enamorada del autor, del libro y de los personajes... pero sobre todo, ¡Niki!, enamorada de Niki.

    No pensé que un libro podía llegar a devolverme tantas cosas.
    Gracias al autor y Gracias a quien me lo prestó ;)

    FANNY,
    Una cómplice de ese amor.

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